Bienvenidos a esta reunión virtual del Consejo Ejecutivo. Esta reunión originalmente iba a celebrarse en persona en la ciudad de Cleveland, cerca de donde yo vivo. Tenía muchas ganas de tenerlos a todos aquí, pero ahora confieso que siento cierto alivio porque están en casa reunidos a través de Zoom. Es mi esperanza que estén todos bien y con salud. Además del aumento del Omicron, que sigue contribuyendo a la escasez de atención médica aquí en el área de Cleveland, nos encontramos en medio del enero más nevado que se haya visto en muchos años. En algunas partes de la ciudad han caído más de 25 pulgadas hasta la fecha.
Además, la temperatura de mañana va a mantenerse en los diez grados Farenheit. Aunque sé que los residentes de ciudades tales como Erie, Buffalo y Minneapolis se burlan de esas cifras, los que vivimos aquí nos alegramos mucho de no haber pasado la tarde del domingo metidos en el aeropuerto intentando resolver los problemas causados por los innumerables retrasos de los vuelos. Aquí en Cleveland tuvimos un clima encantador durante un par de semanas en junio y un par de semanas en octubre, por lo que los invitamos cordialmente a visitarnos en esas fechas.
Aunque no hayan podido viajar al noreste de Ohio en persona para esta reunión, me enorgullece decir que estamos dando lo mejor de nuestra región a través de Zoom. Mañana por la tarde escucharemos al profesor Brant Lee, decano adjunto de iniciativas de diversidad y justicia social de la Facultad de Derecho de la Universidad de Akron, fiel episcopal de toda la vida, maestro de Wordle, miembro del Grupo de Trabajo sobre Teología de la Defensa de la Justicia Social que prestó sus servicios durante este interminable trienio, y miembro del Grupo Asesor de la Mesa Directiva sobre la Implementación de la Amada Comunidad.
El enfoque académico de Brant es la raza y los sistemas complejos. Antes de incorporarse a la facultad de Derecho, trabajó como asesor del Comité Judicial del Senado de EE.UU. y en la Casa Blanca como subsecretario de personal y asistente especial del Presidente. Brant es licenciado en filosofía de la Universidad de California, Berkeley, licenciado en derecho de la Universidad de Harvard y tiene una maestría en política pública de Harvard, es muy solicitado como profesor, orador y formador en el tema del antirracismo. Si suena como que estoy presumiendo de él, lo estoy haciendo. En el noreste de Ohio somos personas tremendamente orgullosas (es lo que hacemos para pasar el tiempo mientras cae nieve) y estoy encantada de que Brant nos acompañe mañana para hablarnos acerca de cómo desmontar el racismo.
En nuestra reunión de octubre, el enfoque de nuestro trabajo para desmantelar el racismo nos brindó la oportunidad de escuchar al Comité Ad Hoc sobre el tema de los Internados Indígenas, que investiga y aborda la complicidad de nuestra iglesia con las escuelas que diezmaron a tantas familias y comunidades indígenas americanas. A principios de este mes, el obispo presidente y yo tuvimos la increíble oportunidad de seguir empapándonos de información al asistir a la conferencia Winter Talk (Charla de Invierno), una reunión anual que destaca el ministerio de los indígenas en nuestra iglesia. Durante la Charla de Invierno, escuchamos historias desgarradoras de líderes que han ayudado a traer a casa los restos de niños que murieron en internados a finales del siglo XIX y principios del XX.
Estas historias, que nunca olvidarán una vez que las escuchen, subrayan la necesidad de que afrontemos la verdad de la complicidad histórica de nuestra iglesia en el sistema de internados. La Charla de Invierno se celebró en línea este año debido al COVID-19, y como resultado, pueden visitar el canal de YouTube de la Iglesia Episcopal para ver las grabaciones de este poderoso evento. Se los recomiendo. Agradezco a Brad Hauff, misionero de los Ministerios Indígenas, y a todos los líderes que hicieron posible la Charla de Invierno a pesar de las restricciones de la pandemia, y agradezco al Comité Permanente Conjunto sobre la Misión dentro de la Iglesia Episcopal por su trabajo continuo para entregar en nuestra reunión de abril una propuesta integral sobre cómo podemos abordar el legado de las escuelas indígenas en la Convención General y más allá.
Varias veces durante este trienio, que tal vez deberíamos llamarlo una olimpiada, también consideramos la complicidad histórica y actual de la iglesia con la homofobia, la transfobia y otras discriminaciones y abusos contra nuestros hermanos de la comunidad LGBTQI+. Gracias a Julia Ayala Harris y al Comité de Misión Interior, en esta reunión tendremos la oportunidad de escuchar a fondo a varios líderes y aliados de la comunidad LGBTQI+ de nuestra iglesia que pueden ayudarnos a entender mejor las maneras en las que podemos continuar el camino hacia la plena inclusión, conscientes de que las formas distorsionadas del cristianismo son, incluso hoy en día, demasiado a menudo tóxicas, e incluso letales, para las personas de la comunidad de LGBTQI+. Estoy deseosa de dar la bienvenida a los diputados Cameron Partridge, Rowan Larson, Gwen Fry, Lauren Kay, Kit Wang, Shaneequa Brokenleg, a la diputada Sarah Lawton y a Iain Stanford a nuestra reunión de esta tarde para que nos ayuden a educarnos sobre la identidad de género y a relatarnos las experiencias de los hijos de Dios transgénero y no binarios.
Cuando nos vemos unos a otros a través de nuestras pantallas de Zoom, seguramente se estarán preguntando cuáles son nuestros planes para la Convención General, que está prevista para dentro de poco menos de seis meses. Aunque el obispo presidente y yo tenemos la esperanza de que sea posible realizar la Convención General en Baltimore del 7 al 14 de julio, formamos recientemente un grupo de planificación de escenarios compuesto por líderes tanto de la Cámara de Obispos como de la Cámara de Diputados y por personal clave. Este grupo, que el canónigo Michael Barlowe accedió a convocar, mantendrá una estrecha vigilancia sobre los datos y orientaciones de salud pública y nos proporcionará al obispo presidente y a mí varias opciones para celebrar la 80ª Convención General de forma que nos proteja a todos los que participaremos y a todos los que nos recibirán en aeropuertos, hoteles, restaurantes e instalaciones de la convención. Les proporcionaremos a ustedes y a los miembros de ambas cámaras de la Convención General información actualizada una vez que hayamos tenido la oportunidad de analizar los escenarios que se nos presentan y de consultar con el Comité Permanente Conjunto de Planificación y Arreglos.
Amigos, éstos son tiempos difíciles e inciertos. Durante esta reunión, pido para que podamos ser generosos y pacientes, en persona, unos con otros, recordando que nuestro llamado no es hacer de la iglesia el lugar más cómodo posible para nosotros, sino llevar a la Iglesia Episcopal cada vez más cerca de la Amada Comunidad que estamos llamados a ser. Como nos recuerda la lectura del Evangelio del domingo pasado, nuestro trabajo es “llevar la buena nueva a los pobres… proclamar la libertad a los cautivos y la recuperación de la vista a los ciegos, poner en libertad a los oprimidos, proclamar el año de gracia del Señor”. Sigamos a Jesús en la santa labor esta semana y siempre.