Traducción al español a continuación
Over the past few days, my husband and I have been busy planting our late spring and summer gardens. Our gardening this week builds on years of intentional planning and planting various native varieties of wildflowers and pollinator-attracting plants. Many of these plants have yet to send up their shoots, and much of those gardens currently look lifeless, leaving John and I to guess where they might spring up come June.
In gardening, we are reminded of the cycles of renewal and rebirth. We plant a seed, nurture it with water and sunlight, and watch as it grows into its beauty. But as the plant reaches the end of its life cycle, it withers away, returning to the earth and becoming the nourishment for new growth. This cycle of life, death, and renewal is also evident in the natural world. Each spring, we witness the rebirth of nature as plants and trees begin to bud and bloom once again. It is a reminder that even in the barest of times, new life is always waiting just around the corner.
Just as we tend to our gardens with care and attention, we must also tend to our spiritual lives. We must nourish our faith with prayer, reflection, and community. We must trust in the message of Easter and believe that God makes all things new. As we celebrate Easterand new life, let us take a moment to reflect on the miracles of growth and renewal around us. May this season remind us all that, just as the gardens grow, so too can our souls be renewed and transformed.
Mensaje de Pascua del presidente 2023
En los últimos días, mi esposo y yo hemos estado ocupados plantando nuestros jardines de primavera y verano. Nuestra jardinería de esta semana se basa en años de planificación intencional y plantación de varias variedades nativas de flores silvestres y plantas que atraen a los polinizadores. Muchas de estas plantas aún no han brotado, y gran parte de esos jardines actualmente parecen sin vida, lo que nos deja a John y a mí adivinando dónde podrían brotar en junio.
En la jardinería, recordamos los ciclos de renovación y renacimiento. Plantamos una semilla, la alimentamos con agua y luz solar y observamos cómo crece hasta convertirse en algo hermoso. Pero a medida que la planta llega al final de su ciclo de vida, se marchita, regresa a la tierra y se convierte en el alimento para un nuevo crecimiento. Este ciclo de vida, muerte y renovación también es evidente en el mundo natural. Cada primavera, somos testigos del renacimiento de la naturaleza cuando las plantas y los árboles comienzan a brotar y florecer una vez más. Es un recordatorio de que incluso en los momentos más difíciles, una nueva vida siempre está esperando a la vuelta de la esquina.
Así como cuidamos nuestros jardines con cuidado y atención, también debemos cuidar nuestra vida espiritual. Debemos nutrir nuestra fe con la oración, la reflexión y la comunidad. Debemos confiar en el mensaje de la Pascua y creer que Dios hace nuevas todas las cosas. Mientras celebramos la Pascua y la nueva vida, tomemos un momento para reflexionar sobre los milagros de crecimiento y renovación que nos rodean. Que esta temporada nos recuerde a todos que, así como crecen los jardines, nuestras almas también pueden renovarse y transformarse.